Con la premisa de que “un tambor genera una vibración tal que restaura la armonía entre nuestro ser más profundo, la Madre Tierra y el Universo”
Pareciera como si el tambor llegara a lo mas profundo del corazón, haciéndonos vibrar en una misma frecuencia, conectando nos y formando la unidad, somos los hijos de un pasado trágico, la cultura fue remplazada, nuestro espíritu se mezclo con animas llenas de envidia, odio, nuestra conexión se fue, ahora quedan vestigios de lo que un día fue, pero la vibración es eterna y tarde o temprano volverá con la misma intensidad y en sentido opuesto, somos los hijos, somos el cambio, somos la naturaleza vibrando, reclamando, haciendo volver a sus hijos a sus raíces, a sus estados mas puros.
Esto fue lo que sentí aquel día en las yacatas, aquel día recordé el significado de mi nombre,Tonatiuh(del nahualtl rey sol) recordé que todos somos uno, que hay que cuidarnos los unos a los otros, que solo tenemos este planeta, que debemos cuidarlo, que debemos ser mejor para con nosotros, los demás y el mundo.
Vibren alto.
